Francisco MANGADO
 
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FRANCISCO MANGADO

Estadio Municipal de Fútbol en Zaragoza+

2002-

Zaragoza-España


Un estadio de fútbol pertenece a ese grupo de intervenciones en las que la dimensión y envergadura constructiva de la pieza hace que ésta se convierta en objeto fundamental del proyecto en detrimento de una opción más contextual respecto a las estructuras urbanas preexistentes. En el caso que nos ocupa la naturaleza del solar, alejado de la ciudad y situado junto a una autopista de circunvalación, sin que por el momento exista referencia construida alguna, apoya esta opción que pondera el estadio-objeto frente al estadio-ciudad, confiando en que esta nueva pieza, cuantitativa y cualitativamente importante, actúe como catalizador de los nuevos crecimientos urbanos previstos en la zona.

La claridad y rotundidad de la forma elegida intensifican esta voluntad icónica. La reproducción en el exterior de las inclinaciones derivadas de la estructura portante del estadio generan una forma de “cuenco” que a nuestro entender, se identifica con la manera más natural y sencilla posible, más legible, de entender un estadio de fútbol.

La pieza se coloca sobre una plataforma pétrea configurada con suaves pendientes y jalonada por superficies verdes y ajardinadas con color. Esta plataforma configura un primer anillo excavado, pegado al terreno, al que se accede directamente desde todo el perímetro. Contiene también las rampas exentas que, a modo de “fingers” aeroportuarios, parten de ella para llegar a los graderíos altos que configuran el ligero “cuenco” suspendido sobre la base. La plataforma alberga en su interior usos de servicios, aparcamientos y comercios ligados a la actividad del Real Club de Fútbol de Zaragoza.El sistema constructivo resulta acorde con la imagen deseada. Una serie radial de costillas de hormigón prefabricado configura el “cuenco”. Exteriormente se propone crear una piel formada por planchas de aluminio profusamente perforadas las cuales, dada su ligereza y capacidad de deformación y adaptación, permiten definir perfectamente la forma, a la vez que dejan adivinar la claridad conceptual de la estructura interior.

La elección de este material como revestimiento total tiene que ver con otra intención proyectual como es la de utilizar la luz natural y artificial como material que ayude a cualificar el proyecto. Las planchas de aluminio en sí mismas resultan ricas en transparencias y en reflejos. Cuando la luz procedente del interior se filtre por las perforaciones o, procedente de los focos que se dispondrán sobre el perímetro de acceso, se refleje sobre la superficie, la pieza adquirirá unos valores formales que, a la postre, resultarán muy atractivos, contribuyendo a singularizar el conjunto y a dotar al estadio de una cualidad mágica.

Zaragoza, España