Campus RTS Lausanne

El desarrollo de un proyecto arquitectónico puede presentar desafíos cuando los aspectos del lugar y el programa se abordan de forma aislada. En este caso, el proyecto se desarrolla en el Campus de EPFL, y el programa es complejo, lo que podría generar un conflicto entre ambos. Un enfoque que solo considere las relaciones funcionales puede resultar aislado y desconectado del entorno, mientras que otro que ignore la funcionalidad no sería útil. La propuesta busca integrar ambos aspectos, encontrando su valor en la relación con el campus de EPFL, lo que le otorga singularidad y especificidad.

Se propone un esquema abierto, en contraposición a un modelo cerrado y autónomo. Este enfoque facilita la integración del nuevo conjunto en el campus existente de EPFL, logrando una mayor continuidad en los espacios públicos, especialmente en relación con el Rolex Learning Center. Además, crea una fluidez de conexiones con otros edificios y espacios del campus, tanto funcional, visual como circulatoria. La distribución permite que todos los espacios de trabajo cuenten con luz natural y acceso visual al exterior, sin depender de patios o espacios interpuestos.

La propuesta también mejora las relaciones internas entre las distintas áreas de trabajo, haciendo que los empleados siempre estén conscientes de estar en el campus de EPFL, con vistas al lago y el paisaje circundante.

El esquema formal diferencia claramente las áreas más públicas de las más privadas, lo que facilita la comprensión del complejo y su programación. Esta organización también contribuye a una mayor sostenibilidad, ya que optimiza la circulación y los recursos.

La integración formal del proyecto con el edificio Odissea es otra ventaja, ya que facilita una conexión real entre los dos. Desde el punto de vista arquitectónico y paisajístico, la estrategia consiste en crear un basamento que continúe la topografía del campus, permitiendo la circulación peatonal libre sobre él. Este basamento alberga la mayoría de los usos públicos y los que requieren mayor apoyo logístico.

El esquema abierto y diferenciado no solo resuelve las necesidades funcionales del programa, sino que también fortalece el vínculo con el campus, creando un espacio único que se adapta a su entorno y a las demandas del programa.