Centro de Congresos de la Ciudad de Alicante

El esquema general viene definido por la posición de los dos elementos principales del programa: el Palacio de Congresos y el edificio de oficinas. El primero se sitúa en el extremo oeste de la parcela, en la zona de tierra que más se adentra en el mar. El segundo se ubica en el extremo este, próximo a la bocana del puerto deportivo. Ambos puntos actúan como inicio y final de un recorrido peatonal que reconfigura y urbaniza toda el área de intervención. Se conectan mediante una pasarela elevada que, en planta baja, se convierte en un porche y delimita un jardín de palmeras junto al borde marítimo. Esta pasarela es un “balcón” cubierto que no solo comunica ambos edificios, sino que permite disfrutar de vistas panorámicas sobre el Mediterráneo. En este punto se plantea un restaurante, en planta baja y alta, que dará servicio tanto a las oficinas como al distrito digital y al futuro Palacio de Congresos.

La pasarela y los edificios delimitan un amplio espacio abierto: un jardín de palmeras que se convierte en la mayor superficie ajardinada del puerto, dotando al conjunto de un espacio urbano de calidad que articula el nuevo desarrollo. La propuesta, como se ha subrayado, tiene una clara dimensión urbanizadora donde la estructura del espacio público es esencial.

El Palacio de Congresos ocupa la totalidad del sector oeste. Su acceso principal se sitúa en la fachada sur, opuesta al vial de entrada al puerto, obligando al visitante a recorrer el borde este. Este paseo potencia la experiencia del lugar, destacando su condición marítima. Además, prolonga el eje peatonal que conecta equipamientos clave como la Sala Municipal de Exposiciones, la Lonja, el Real Club de Regatas y el centro comercial, formando un eje cívico dentro del área portuaria.

Las fachadas este y sur del Palacio se convierten en las más representativas, abiertas al mar. En la este, se propone una gran terraza elevada que se proyecta sobre el agua: un espacio funcional para eventos y un gran mirador. La entrada principal desemboca en una plaza abierta al mar, que puede acoger actividades públicas y donde se ubica el restaurante, independiente del uso congresual.

La relación entre ambos edificios se establece a través del porche descrito, reforzando los vínculos físicos y visuales con el nuevo recinto digital.