Palacio de Congresos para la Cámara de Comercio e Industria

El proyecto arquitectónico de la Cámara de Comercio de Guadalajara se basa en principios de unidad, diversidad, repetición y singularidad, con el fin de lograr una propuesta funcional, representativa y comprometida con el medioambiente. La propuesta busca, en primer lugar, representar a la institución como un ente moderno, ágil y capaz de ofrecer servicios de alto nivel, especialmente en el ámbito de congresos y ferias. Para ello, se diseña un edificio icónico, fácilmente reconocible desde puntos clave de la ciudad y con una silueta dinámica que dialoga con el paisaje urbano y natural.

En segundo lugar, se persigue un equilibrio entre funcionalidad y significación arquitectónica. La gran superficie dedicada a ferias y exposiciones está organizada bajo una estructura modulada, libre de elementos estructurales intermedios, lo que permite una flexibilidad de uso y compartimentación. Estos espacios se ubican principalmente en la planta baja, facilitando el acceso del público y el movimiento logístico. También se incluye un área expositiva en la planta superior, conectada visual y funcionalmente con el conjunto, incluyendo áreas comunes como cafeterías y restaurantes.

En cuanto a la significación, se destacan la expresividad formal de las salas de congresos y, en especial, del auditorio principal. El edificio introduce una ruptura formal en la repetición de sus módulos para dar lugar a una volumetría singular que alberga el auditorio, lo que refuerza su valor simbólico. Este intercambio formal se concreta en una gran plaza pública exterior que actúa como extensión del edificio, aportando un nuevo espacio cultural para la ciudad.

Otro objetivo fundamental es garantizar un uso sencillo, eficiente y económico del edificio. Desde su concepción se prioriza la facilidad de mantenimiento, el control de accesos y la optimización del personal. Las instalaciones están diseñadas para ser accesibles y registrables, y se han elegido materiales duraderos y fáciles de limpiar.
Finalmente, el compromiso con el medioambiente se refleja en decisiones como la compactación volumétrica, el uso de materiales de bajo impacto como el corcho natural —que actúa como aislante térmico y aporta valor estético—, y la implementación de sistemas constructivos que favorecen la eficiencia energética. En cuanto a la generación de energía, se opta por la cogeneración, una alternativa más eficaz y sostenible para las dimensiones del edificio.