Plaza de los Fueros de Estella

La Plaza de los Fueros tiene, como otras muchas de origen medieval, una función inicial de mercado extramuros. Esta función de mercado se ha mantenido básicamente hasta nuestros días, si bien la introducción de nuevos elementos urbanos a finales del siglo pasado y la asunción no demasiado acertada de nuevas funciones ha hecho que, antes de la intervención, la plaza hubiera llegado a convertirse en un espacio infrautilizado desde un punto de vista funcional y devaluado desde una perspectiva de significación urbana.

La solución adoptada para la intervención ha partido de la idea básica de liberar en la parte central una zona destinada a constituir el núcleo fundamental del espacio. De esta forma, no sólo se ha conseguido una mejor y más libre realización de actividades y funciones, sino que se han abierto perspectivas que contribuyen a significar y valorar la totalidad del espacio, a la vez que realzan la presencia del elemento histórico más importante : la iglesia de San Juan. Con el objeto de reforzar este aspecto y destacar la única fachada a la plaza no constituida por viviendas, se ha creado en torno a la iglesia una zona elevada perimetral con el pavimento diferenciado.

La solución adoptada contempla además la posibilidad de articular este gran espacio central con otro menor situado en el lado norte de la Iglesia de San Juan, disponiendo para ello una zona de arbolado que discurre longitudinalmente a lo largo de ambos. La presencia de los árboles cumple también una función complementaria del mobiliario urbano y permite una cierta graduación del soleamiento.

Las zonas centrales se diferencian del resto, más irregulares, por el cambio en el tipo de pavimento. El cuadrado central, ejecutado con losas de granito de Gredos de 100 x 100 x 7 centímetros, contiene una trama geométrica, a base de franjas horizontales realizadas con piedra «Jadish», planteada como un ejercicio abstracto que jerarquiza y ordena el espacio y facilita la ejecución de dos de las funciones con más tradición de las que se realizan en la plaza: el mercado de los jueves y el baile de la Era, de gran raigambre popular.

El antiguo quiosco de música, que impedía un correcto funcionamiento de la plaza y tampoco permitía una distribución uniforme del sonido, ha sido sustituido por otro ubicado en el ángulo derecho norte del espacio mayor, cumpliendo así varios objetivos : liberar una gran superficie antes infrautilizada; realzar y valorar la presencia de la iglesia, permitiendo una visión completa de la misma; articular y unir, junto al paseo arbolado, las dos áreas de la plaza antes totalmente desunidas; y ofrecer un foco que, al ocupar el fondo del área central, permite una correcta audición a todas las personas situadas en la plaza.