Parque de Exposiciones y Estación de Kirchberg +
2010-
Luxemburgo-Luxemburgo
189.887 m2
La operación urbana que está detrás de la construcción de estos proyectos, si quiere ser eficaz, importante y decisiva en la evolución positiva de la ciudad, ha de contemplar una dimensión que le permitirá adaptarse en el tiempo al contexto de partida.
A pesar de que la magnitud en superficie y la “responsabilidad “ funcional de los edificios pedidos parece no dejar mucho papel al espacio público exterior, pues los edificios en sí mismos pueden absorber en gran medida en su interior este concepto, ha sido nuestro objetivo descubrir aquellos “momentos arquitectónicos” donde este valor del espacio público exterior, puede ser importante. Estos momentos arquitectónicos tienen que ver, como es natural, con los límites y particularmente con los límites que son a su vez oportunidades de relación entre los dos edificios de la estación y del centro de convenciones. Límites físicos y urbanos, pero también límites funcionales donde la intensidad de las circulaciones peatonales y vehiculares permiten generar circunstancias especiales para el tratamiento del espacio y para establecer características distintivas de nuestra propuesta respecto a otras.
Las estructuras dimensionales y consecuentemente formales de los dos edificios, son bastante similares. En ambos casos, se requieren estructuras de grandes dimensiones que generan escalas y lenguajes que se pueden aproximar. Desde nuestro punto de vista, aunque las funciones son distintas y hablemos de dos edificios, tiene una gran lógica la proximidad conceptual y espacial entre ambos. Se mantiene la independencia funcional, la programática y de gestión interna de cada edificio, con la necesaria unidad urbana y simbólica que la intervención representa para Luxemburgo. Los dos edificios, diferentes desde el punto de vista funcional y desde la definición procesual, se complementan e inevitablemente se relacionan en una unidad arquitectónica, permite estructurar el espacio público de relación entre los dos edificios, asumiendo que la estación, o mejor la cubierta de la estación, además de este papel de cubierta, se convierte además en “paisaje” que da acceso al recinto ferial y centro de exposiciones.
En definitiva, los edificios y fundamentalmente algunos elementos que los definen, configuran relaciones espaciales y formales creando un conjunto, un paisaje construido, ambiguo pero grandioso y sugerente como corresponde a la entidad de los edificios propuestos. Un paisaje donde las cubiertas de ambos edificios, sin ser similares, se resuelven a partir de geometrías homólogas que permiten la entrada de luz en cada interior según sus necesidades y, sobre todo, dan la imagen de un conjunto unitario que refuerza la importancia de la intersección en términos de un paisaje urbano ahora ya dotado de identidad propia dentro de la ciudad de Luxemburgo.
Luxemburgo