The Art Mill Museum+
2015-
Doha-Qatar
70.000 m2
Nos encontramos en un lugar fantástico, entre el mar y la tierra, ocupando un fragmento del puerto de Doha que servía como lugar de intercambio y comunicación entre diferentes gentes y países.
Creemos firmemente que hoy en día un museo debe ser exactamente esto, un lugar de intercambio cultural, de intercambio de experiencias, donde el encuentro se convierte en el motor principal de la vida del museo. Encuentro ya no sólo de personas que pertenecen a diferentes culturas, sino de personas que pertenecen a distintos tiempos. Crear un lugar para soñar, un epicentro cultural en el que desarrollar un torrente de actividad para la ciudad de Doha. Este es el objetivo.
Al mismo tiempo, la propuesta apuesta por liberar todo el borde marítimo y crear amplios parques verdes, acentuando la fuerte relación del lugar con el mar.
No pensamos en el proyecto para el Art Mill Museum y el parque que lo rodea de manera independiente, sino que hablamos de un mismo proyecto. Es por eso que el Art Mill Museum se plantea como una pieza que se eleva sobre la cota de la parcela, para evidenciar y potenciar la continuidad del parque y del espacio público que penetra hasta el edificio y se convierte en un parte fundamental del mismo, asomando a las zonas de exposición por medio de los grandes patios que ventilan, iluminan y refrescan el gran espacio en sombra que se crea en planta baja.
El proyecto se plantea como una importante cubierta que protege una plaza fresca y bien ventilada en la que se ubican los espacios de encuentro y relación, los talleres, las tiendas… todo aquello de carácter más abierto y que no implique la visita al interior del museo. Una plaza abierta al mar recordando aquellos muelles que antaño representaban el contacto con lo que estaba “más allá”. Desde este espacio se accede a la gran cubierta que, estructurada según una trama que recuerda la organización urbana de la antigua ciudad de Doha, contiene todas las exposiciones y los lugares de encuentro mirando, en la distancia, la ciudad nueva y el horizonte. Los antiguos molinos, los más atractivos y mejor conservados,, se mantienen incorporados al uso del museo como lugares especiales de exposición.
We are in a fantastic location, between the sea and the land, occupying a fragment of the port of Doha that served as a place of exchange and communication between different people and countries.
We strongly believe that today a museum should be exactly this, a place of cultural exchange, of exchange of experiences, where the encounter becomes the main engine of the museum’s life. Encounter not only of people belonging to different cultures, but of people belonging to different times. To create a place to dream, a cultural epicenter in which to develop a torrent of activity for the city of Doha. This is the goal.
At the same time, the proposal is committed to freeing up the entire seafront and creating vast green parks, accentuating the strong relationship of the site with the sea.
We do not think of the project for the Art Mill Museum and the surrounding park independently, but rather as one and the same project. That is why the Art Mill Museum is conceived as a piece that rises above the level of the plot, to highlight and enhance the continuity of the park and the public space that penetrates the building and becomes a fundamental part of it, overlooking the exhibition areas through the large courtyards that ventilate, illuminate and cool the large shaded space created on the first floor.The project is conceived as an important roof that protects a fresh and well ventilated square where the meeting and relationship spaces, workshops, stores… everything of a more open character and that does not imply a visit to the interior of the museum are located. A square open to the sea recalling those docks that once represented the contact with what was “beyond”. From this space, access is gained to the large roof which, structured according to a grid that recalls the urban organization of the old city of Doha, contains all the exhibitions and meeting places looking, in the distance, at the new city and the horizon. The old mills, the most attractive and best preserved, remain incorporated into the museum’s use as special exhibition spaces.