Francisco MANGADO
 
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FRANCISCO MANGADO

Monasterio, Iglesia y Centro Asistencial en Goa+

2000-

Goa-La India

10.000 m2


El monasterio se sitúa en el noreste de Goa, cerca de la capital y a unos 30 kms. del lugar donde está enterrado San Francisco Javier. Su localización, sobre un promontorio de piedra, permite contemplar los fantásticos paisajes de palmeras propios de Goa. Al fondo se puede ver el Océano Indico y, en ocasiones, por encima de la bruma matutina, en la lejanía, las torres y frontones de las antiguas iglesias portuguesas que colonizaron la isla.

El edificio albergará a unas treinta monjas de clausura, así como un centro asistencial cuyo objetivo será la formación de mujeres así como servir de retiro y centro de reflexión espiritual de muchos de los misioneros y religiosos repartidos por esta parte del mundo.

La estructura del monasterio se organiza en torno a patios muy abiertos donde puede discurrir libremente el aire – Goa tiene una temperatura mínima al año de 27º C, con una humedad de cerca del 90% -. Cuenta con una Iglesia abierta al público, una capilla privada, lugares de trabajo, biblioteca y, tal y como indicaron al arquitecto las monjas que lo han de ocupar “lugares donde el espacio, la luz, las proporciones, todo, llame a la oración”.

Se construirá todo en la piedra del lugar, utilizando la misma piedra que sale del suelo donde se asienta el edificio, una piedra extraordinariamente porosa, roja, que con el tiempo va adquiriendo la dimensión oscura del pasado. Se logra así que sea una prolongación de la montaña misma. Todo en él será sencillo y austero… como requiere la orden.

Goa 403722, India

Opere e progetti: Francisco Mangado
p.156-159
01-2005
Mondadori Electa. Milan (Italy)
ISBN-10: 9788837031879
Edificio de Oficinas en la Place de L´Europe de París
2006
La ciudad de París casi ha agotado la posibilidad de construir en su centro. Por ello las grandes superficies que pueden resultar de la cubrición de las vías del tren se convierten en objetivo inmobiliario. En este caso se trata de ocupar, con usos básicamente de oficinas y comercio, el espacio que resultaría de ocupar las vías de la estación de Saint Lazare en el área situada entre ésta y la Plaza de Europa.En la propuesta la respuesta de índole infraestructural y la urbana van de la mano. La importancia estructural y mecánica de la operación nos retrotrae a los imponentes espacios resultantes en las grandes estaciones decimonónicas. Un espacio de esta naturaleza sería capaz de reunir en sí mismo la potencia y riqueza necesaria que la dimensión urbana de la actuación exige. Así, esta idea se sustancia en la propuesta de una gran estructura metálica recubierta de aluminio que conforma la gran envolvente de toda la intervención y que constituye la imagen urbana de la misma. Es pues esta piel profunda, de naturaleza tectónica, la que además de resolver la operación estructural de cubrir las vías y dotar al conjunto de aparcamientos, crea un gran espacio público, a modo de las estructuras metálicas del XIX, en cuyo interior se ubican los distintos cuerpos acristalados de oficinas y demás usos lúdicos y comerciales.